Hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, especialmente eliminando la discriminación de la mujer en cualquier ámbito.[1]
Con estas palabras se enuncia el principal objetivo de la ley de igualdad. Uno de los puntos más discutidos es el que se refiere al principio de paridad, a través del cual se trata de imponer una presencia o composición equilibrada y asegurar así una representación suficientemente significativa entre ambos sexos en órganos y cargos de responsabilidad. En resumen, algo como lo que ha hecho José Luis Rodríguez Zapatero al formar su equipo de gobierno. Aún así, este punto de la ley es injusto según el máximo argumento esgrimido ya por muchos sectores: “si un hombre es mejor que una mujer, ¿por qué no se va a llevar él el trabajo?”. Sin embargo, no podemos negar la necesidad de una regulación si abrimos los ojos al gran número de mujeres que, a lo largo de la historia del trabajo, han sido discriminadas por su sexo. Nadie puso el grito en el cielo cuando las empresas tuvieron que incluir cuotas de trabajadores con algún tipo de discapacidad, pero nos cuesta ver las injusticias del día a día cometidas hacia nuestras madres, hermanas e hijas. Aunque duela decirlo, la capacidad para quedarse embarazada, ha sido en muchos casos peor que una silla de ruedas.
De todas formas, la imagen de la mujer parece estar teniendo un resurgimiento en las últimas décadas que la equipara en algunos términos a los hombres, al menos, en lo que a presencia pública se refiere. Uno de los principales barómetros es, por supuesto, la televisión. Qué mejor forma de analizar la imagen de la mujer que midiendo su presencia en el miembro omnipresente de todos los hogares.
He decidido centrar mi análisis en la presencia de mujeres y hombres en los espacios de noticias. Los comúnmente llamados telediarios son espacios necesarios en todas las cadenas que requieren de un personal cualificado. De esta manera, se escoge un programa donde se supone la profesionalidad del presentador independientemente de su género.
Así pues, tras haber contabilizado los presentadores y presentadoras de informativos en las principales cadenas televisivas (TVE, Antena 3, Cuatro, Telecinco y La Sexta), obtenemos los datos del siguiente diagrama:
Como podemos observar, los números andan casi parejos. Los hombres ascienden a 24, mientras que las mujeres se quedan en 22. A la hora de contabilizar presentadores se han tenido también en cuenta los deportivos, no así los del tiempo.
Según estos datos, podemos afirmar que la imagen de la mujer está aumentando su representación en lo que a los telediarios se refiere. Un problema a mayores, sería la imagen concreta de la mujer que se está transmitiendo.
A la hora de realizar el estudio, una de las cosas que más me ha impresionado, es la devoción sexual que se mantiene en la red hacia algunas de las presentadoras de informativos. Nadie puede negar que la presencia física es fundamental en televisión, pero, y esto es opinión mía, hay una tendencia a que esta presencia tenga aún un valor mayor en las mujeres. Es una lástima que no se pueda medir ni comparar el atractivo de los presentadores de informativos con el de las presentadoras, puesto que, de ser así, creo que las mujeres ganarían por goleada. Lamentablemente, no es un estudio objetivo.
[1] Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, art 1, BOE núm. 7,1p. 12614. http://www.comfia.net/pdf/LEYIGUALDAD_BOE.pdf [en línea 8-12-2009].
domingo, 13 de diciembre de 2009
Efectos de la ley de igualdad: Los primeros pasos de la televisión (1 de 3).
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Creo que no es comparable la paridad en este caso.
ResponderEliminarTenemos dos tipos principales de presentadores: los que tiene un aspecto de grandes profesionales (hombres y mujeres) y los que simplemente hablan bien y tienen buena presencia (hombres y mujeres). Lamentablemente me parece que una buena parte de los que se ven como buena presencia son mujeres, es decir, que aunque estemos en cuotas buenas de paridad no lo estamos tanto en visión de profesionalidad, sólo hay que ver Internet, tal y como comentas.
Aparte, ¿hay alguna estadística de sueldos?.
Saludos a todos.
Sería desde luego muy interesante ver la diferencia en los sueldos, pero no dispongo de esos datos. Aún así no creo que sea tanto un problema de equilibrio económico como, al igual que tu comentas, de imagen.
ResponderEliminarNo tardaré en publicar la segunda parte del artículo donde añado alguna reflexión más sobre este tema que me alegro te interese.
Para una mujer periodista es realmente agradable tu visión. Las estadísticas de los sueldos puede ser muy interesantes, como dice Gabriel, y la comparativa que presentas de los presentadores de telediarios (por cierto ¿podrías facilitar el enlace del gráfico?) es realmente significativo. No obstante, creo que en este caso sería igual de significativo ir más allá de la descripción cuantitativa y observar el rasgo cualitativo: ¿Qué papel juegan las mujeres presentadoras? Frente al presentador varón que, generalmente, ataviado con chaqueta y corbata, aparece la presentadora fémina, con vestimenta más informal. Mientras que la una atrae la atención, el otro comunica (o eso parece).
ResponderEliminarDejo un enlace sobre las periodistas de La Sexta: http://www.elmosquitero.com/2009/11/las-reporteras-de-la-sexta.html
La encuesta es de elaboración propia. Publicaré los datos más desarrollados en el tercer apartado.
ResponderEliminarMe parece buena idea enfocar el estudio subjetivo de la imagen a través de elementos más concretos como la vestimenta. Podría ser un buen punto de partida.